Tras el fallecimiento de un inmigrante Polaco en un aeropuerto canadiense a causa de un pistola eléctrica o "Taser", ayer Jueves, ha muerto otra persona a causa de este arma supuestamente no mortal. Esta vez ha sido en una cárcel de la provincia de Nova Scotia, en el penal de Darthmouth, cerca de Halifax. El fallecido, Howard Hyde, de 45 años, murió 30 horas después de ser atacado con una pistola eléctrica. Pero el cuerpo de policía de Halifax y Darthmouth declara que "es demasiado pronto para implicar esta muerte al uso de la pistola, esto debería de ser investigado más a fondo". El hombre murió ayer por la mañana tras estar en cuidados intensivos durante unas horas, y posteriormente devuelto al correcional. A la mañana siguiente, el hombre ya había muerto. La descarga fue el último recurso que la policía utilizó tras intentar calmar a el sujeto, quien sufría de esquizofrenia, y según los policías estaba actuando de forma muy agresiva cuando fue reducido. El plan del preso era escapar o hacer una revuelta en la prisión, ya que algunos guardias pudieron oir algunos de sus planes.
Ahora las pistolas eléctricas o Tasers estan siendo cuestionadas en la provincia de Nova Scotia, ya que en ocasiones resultan mortales como se ha podido observar en otros casos. Su uso no es del todo correcto, por lo tanto el Ministro de Justicia de la provincia ha ordenado una revisión de los usos de estas armas.
Últimamente han muerto tres personas en Canadá a causa de las Tasers. Robert Dziekanski, el inmigrante polaco, Quilem Registre en Quebec y ahora Howard hyde, en la prisión.
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